San Juan de los Remedios
-Villa Clara-
Situada al noreste de Villa Clara y colindando con Sancti Spíritus, esta villa es famosa por el fervor con que sus pobladores celebran las parrandas, fiestas populares tradicionales que allí datan de inicios del siglo XIX y dan cita a entusiastas de todo el territorio central del país. Remedios también es hogar al Parque de Locomotoras, soporte de gran crecimiento en la economía de la isla dada la relevancia de este medio en el traslado de la caña y las mercancías mineras, especialmente en la región central.
Debe su origen a un asentamiento cercano al litoral, conocido en las primeras décadas del siglo xvi como Santa Cruz de la Sabana o de Vasco Porcallo, en honor a su fundador. A mediados del siglo XVI, al constituirse su propio ayuntamiento, el poblado fue reconocido como la octava villa de Cuba, siendo trasladada y reconstruida tierra adentro, en su actual emplazamiento, luego del saqueo y la destrucción de un ataque pirata en 1578.
Con la introducción en el territorio del cultivo de la caña de azúcar y del tabaco a finales del siglo XVII y principios del XVIII, quedó atrás su economía inicial basada en la agricultura de subsistencia y la ganadería. Hacia la cuarta década del siglo XIX, el auge de la industria azucarera aceleró el establecimiento de ingenios y la construcción de obras de infraestructura, fundamentalmente ferroviarias.
Las precarias construcciones de tabla, embarrado y guano alrededor de una plaza central y en sus manzanas aledañas, cedieron ante un desarrollo urbano mayor; pletórico de edificaciones residenciales, civiles y religiosas, entre las que destaca la Parroquial Mayor de San Juan Bautista. Con la reedificación de la Ermita del Buen Viaje, a finales del siglo XVIII, se concretó la existencia de dos iglesias en la misma plaza, elemento distintivo de esta ciudad colonial cubana.
En el siglo XIX, surgieron edificaciones de mayor realce arquitectónico y dimensiones espaciales al ser incorporados otros elementos como las arcadas, las azoteas y amplios espacios interiores, elegantes y luminosos. Al mismo tiempo, se redujeron los motivos ornamentales, contribuyendo a la simplificación de la imagen urbana, y se extendió el uso de materiales como la madera, el ladrillo y el hierro forjado para la construcción de puertas y techos, aleros, capiteles y portadas. Desde entonces, los vitrales policromados y los portafaroles se convirtieron en un elemento típico de la ciudad.
Remedios atesora también las famosas Parrandas Remedianas; una de las tres fiestas nacionales de Cuba declarada desde el año 2013 Patrimonio Cultural de la Nación. Esta festividad de origen religioso enfrenta amigablemente a los remédianos en dos bandos que compiten por el reconocimiento a su ingenio, creatividad e imaginería, durante una noche y una madrugada llenas de música, fuegos pirotécnicos y euforia popular.
El Centro Histórico de Remedios conserva hasta hoy símbolos arquitectónicos de significativo valor como testimonio de una floreciente villa colonial, una vasta impronta cultural y tradiciones populares que le hacen merecedor desde 1980 de la condición de Monumento Nacional.