En sus casi seis décadas de trabajo ininterrumpido en función de la villa de San Cristóbal de La Habana, el eterno historiador Eusebio Leal dejó un inmenso legado en la piedra y la consciencia de la ciudad.
Nacido el 11 de septiembre de 1942, estas fechas sirven para conmemorar la obra de Leal hasta su último aliento el 31 de julio de 2020. Consagrado a la restauración del semblante habanero, a sanar las grietas de fachada y espíritu, su paso por el Centro Histórico inspiró la creación del recorrido “Camino Leal”, un ambicioso proyecto de la agencia San Cristóbal que aúna diversas rutas en un solo programa.
Este recorrido rinde homenaje al historiador eterno Eusebio Leal (1942-2020). Foto por Alexis Rodríguez.
Cuatro caminos leales
A partir de 1980 la Oficina del Historiador de La Habana incrementa sus proyectos de rehabilitación arquitectónica y social, desarrolla una labor intensiva y extensa que pretende revitalizar el patrimonio de la ciudad a la vez que integrar sus habitantes en el medio, de modo que el turismo y la dinámica social se nutran uno del otro.
Los proyectos de cooperación internacional y locales devienen en labores arqueológicas y de conservación que engloban el kilómetro cuadrado comprendido por las cuatro plazas de La Habana Vieja y el sector correspondiente de la Avenida del Puerto.
Este sector es el que se conocería como el Kilómetro de Oro, que albergará todo un sistema de áreas públicas, comercios, museos, oficinas, hoteles, centros culturales, gastronómicos y residencias los cuales, entre todos, interconectados, fomentan el desarrollo y la consolidación de un organismo urbano vivo capaz de preservar, reproducir y resignificar el patrimonio.
Luego de los 2000, la modernización y el desarrollo de las tecnologías de la informática y la comunicación no supuso una pérdida de lo auténtico, sino nuevos medios para actualizar los métodos de promoción de los valores patrimoniales y mayor eficacia en la recolección de datos y la gestión de los bienes culturales.
Con esto se sentaron las bases conceptuales del producto Camino Leal, que si bien abarca la zona de las cuatro plazas históricas –Plaza de Armas; Plaza de la Catedral; Plaza de San Francisco de Asís; Plaza Vieja–, también incluye áreas donde intervinieron los esfuerzos salvadores de la Oficina del Historiador, como el Capitolio Nacional y sus inmediaciones en el Paseo del Prado o Paseo de Martí.
El Camino Leal posee un enfoque inclusivo y dinámico. Foto por Agencia San Cristóbal.
Camino Leal destaca por:
· Su diseño inclusivo: se aprovechan las instalaciones y los servicios de accesibilidad pues la ruta fue concebida para acercar la ciudad a todos. Rampas, sillas de motor eléctrico, tablas descriptivas en braille, audioguía y asistentes están al servicio de los viajeros en el trayecto.
· Una .apk: mediante la aplicación para móviles, el viajero goza de autonomía en sus recorridos. Puede elegir hasta cuatro vías para conocer el Centro Histórico a su ritmo, combinando la información y facilidad del contenido en su pantalla de móvil con la experiencia sensorial del recorrido.
· La aplicación está disponible en inglés y español, pudiendo el viajero solicitar un intérprete guía de la lengua de su conveniencia.
· El diseño y la veracidad de sus rutas: en la confección y aplicación de las rutas que podrán disfrutar los viajeros interviene el esfuerzo de especialistas del patrimonio y el turismo histórico-cultural: profesionales altamente capacitados que gozan del aval de la Oficina del Historiador. La confianza, el disfrute y el prestigio son una garantía.
· Acercamiento a La Habana a través de Leal: los viajeros conocerán la capital cubana mediante la mirada de Eusebio Leal, infatigable defensor y promotor del patrimonio de la villa de San Cristóbal.
Las atracciones auténticas abundan en cada tramo del recorrido. Foto por Agencia San Cristóbal.
Calles y sitios de interés:
· La calle Empedrado da cita a la Catedral de La Habana en la Plaza que lleva el mismo nombre, de bello esbozo arquitectónico y alto valor en el acervo religioso cubano. También en este antiquísimo paso se encuentra la Bodeguita del Medio, emblemático centro donde el viajero puede disfrutar de tragos refrescantes.
· La calle de los Oficios es otra de las más antiguas calles de La Habana y enlaza a tres puntos importantes de intramuros: la Plaza de San Francisco, la Plaza de Armas y la Alameda de Paula. En la calle Oficios abundan los comercios, talleres, residencias, comunidades, museos y galerías, entre ellos algunos de renombre como la biblioteca Alejandro de Humboldt, el museo del Automóvil, el Palacio de Gobierno, el restaurante La Mina (antiguo colegio San Francisco de Sales), el taller de restauración de relojes antiguos y más.
· Si comienza por la Plaza de Armas, el viajero puede lanzarse a la aventura desde sitios icónicos como El Templete, el Palacio del Segundo Cabo o el Palacio de los Capitanes Generales, lugares de vital significado para el historiador Leal pues fue en ellos donde consagró recursos y energía como puntos de referencia para el programa de restauración en la villa de San Cristóbal.
· El Hotel Ambos Mundos, especialmente conocido por albergar a Hemingway, conecta vía la calle Obispo con el Floridita, otro lugar frecuentado por el escritor dada su afinidad por tragos insignia de Cuba como el mojito y el daiquirí.
· En Obispo también el viajero puede entrar a múltiples sitios de interés cultural como el Museo Numismático, o bien puede contemplar edificaciones restauradas del Kilómetro de Oro que también destacan por su función, como la sede del colegio universitario San Gerónimo.
A lo largo de la calle hay una amplia constelación de restaurantes y bares diversos en especialidad, bien conectados a la calle o con mesas al aire libre sobre los mismos adoquines, o bien con vista desde lo alto en balcón o terraza; siempre con música en vivo y vibrando de inigualable autenticidad en el sabor y el servicio. Otro gran atractivo de esta calle es la dinámica citadina que acontece, especialmente mientras más se acerca el tramo al parque central –ese tránsito de gente común es tal vez el componente que más inimitable y vívida hace a esta calle.
Camino Leal es solo un pequeño homenaje y una discreta forma de conocer el legado del eterno historiador en La Habana. La actividad del Dr. Eusebio Leal Spengler fue vasta y profunda, así que se diseñó un programa que no vertiera sobre el viajero lo que lleva toda una vida en aprender, pero sí uno que abriera la ventana a mirar y palpar ya no con los ojos y las manos, sino con el corazón, pues ese es el primer paso de la estela que dejan las personas memorables por los adoquines donde transitan.